El Museu de l’Oli ya es una realidad. El viernes 28 de mayo se abrieron las puertas por primera vez de la almazara que ha rehabilitado el Ayuntamiento de Serra para convertirlo en el Museu de l’Oli. La nueva infraestructura está situada en la calle de la Pilota, en un edificio de finales del s.XIX y que cedió la familia Domingo Fos al consistorio mediante un convenio en febrero del año pasado. De la intervención sobre el espacio y la restauración de elementos se han encargado dos empresas del municipio.
La inauguración-visita de este nuevo espacio se ha realizado siguiendo todas las medidas covid19, de manera escalonada, en grupos de 10 personas, durante viernes 28 y sábado 29 de mayo. Los primeros en poder disfrutar de la almazara ha sido la familia propietaria del inmueble, la corporación municipal y la junta directiva de la Cooperativa Agrícola de los Montes de Serra. Durante el sábado 29 fueron pasando los diferentes colectivos y asociaciones de la localidad. En pocos días se realizarán unas jornadas de puertas abiertas para que el vecindario pueda conocer la nueva instalación.
“Esta actuación está dentro de la estrategia que el Ayuntamiento de Serra se ha marcado para recuperar nuestro rico patrimonio etnológico y monumental” comenta la alcaldesa, Alicia Tusón. El Ayuntamiento ha invertido alrededor de 30.000 € para poner en marcha esta infraestructura en un municipio que cuenta con “una larga tradición en la elaboración de aceite de oliva de una excelente calidad” añade Tusón.
De hecho, la localidad tuvo doce almazaras ubicadas en el casco urbano durante buena parte del pasado siglo. Después de 30 años, la cooperativa de los montes de Serra ha recuperado la elaboración de aceite en el municipio y se ha convertido ya en un producto galardonado.
El Museu de l’Oli está situado en el centro de la población, entre la iglesia y la torre del Señor. “A partir de ahora el Museu de l’Oli será un reclamo más para que las personas que nos visitan conozcan nuestro patrimonio” manifiesta la alcaldesa. La nueva equipación quiere convertirse en un producto turístico que una el museo con la calidad del aceite de Serra. Se encuentra dentro de la Ruta de las Esculturas, un itinerario turístico que pone en valor el patrimonio cultural, etnológico y monumental del municipio que en dos años de funcionamiento ha provocado que se doble el interés por el casco urbano de las personas que visitan Serra.