Castillo de Serra
Merece la pena darse un paseo por los alrededores del municipio, siguiendo la ruta senderista verde, para descubrir el castillo de Serra y las vistas que ofrece sobre el litoral y la Sierra Calderona. La fortaleza se levanta majestuosa sobre la montaña del mismo nombre a 536 metros de altitud, dominando el valle del Turia y el acceso a la sierra.
Construido en los siglos VIII, IX, el Castell es una fortaleza que tiene una planta de 600 metros cuadrados. Destaca la poderosa torre mayor, de planta cuadrada y de unos diez metros de altura, en el extremo noroeste. Adheridos a la torre existen dos lienzos de muralla almenada que confluyen con aquella. En la parte inferior del recinto se conserva un aljibe. Quedan restos de una segunda torre, situada al noroeste, más pequeña que la anterior, así como fragmentos de los muros perimetrales y vestigios de la salida de esos muros que permiten recomponer la irregular planta del castillo.
El castillo y su conjunto de atalayas y fortificaciones que lo acompañan debió formar parte de un sistema defensivo mucho más extenso. Sistema que se desarrolló alrededor de la huerta y de la ciudad de València para el control territorial y la para la defensa de la Taifa y después del Reino de València.
Durante el período de dominación musulmana, la vida de la población de Serra giraba bajo la dependencia de su castillo. El castillo era el elemento clave de una antigua demarcación o domino catastral del que dependía la villa de Serra y las alquerías de Náquera, Ría y Armell, además de las alquerías del cercano valle de Lullén (Portaceli) y los diversos sistema de regadío y otros elementos que permitían el aprovechamiento agrícola, minero y forestal de todo este extenso territorio de montaña.
Sobre su historia cabe destacar que cuando Alfonso VI de Castilla quiso asentar en el trono de València a Yahya al-Qádir, rey de Toledo, envió un pequeño ejército comandado por Àlvar Fáñez, primo del Cid. Les tropas tomaron posesión del castillo de Serra en 1086 y estuvieron acampadas aquí. En el mismo castillo, le fueron entregadas las llaves de la ciudad de València.
En 1094 el Cid conquistó la capital valenciana y, para asegurarse las comunicaciones en la retaguardia, tomó posesión de los castillos del Real y de Serra, ya que los consideraba imprescindibles para poder tomar, posterirormente, el castillo de Sagunt que no poseerá hasta el 1098. Ya en el siglo XIII, Jaime I hizo la donación del lugar de Serra (Axerra) a Berenguer Burguet y posteriormente a Gauteri Romà y a la familia Bellpuig. En la actualidad el castillo pertenece al Ayuntamiento de Serra y está declarado Bien de Interés Cultural.